jueves, 15 de febrero de 2007

Ojalá la música sanase

Ojalá la música sanase
y yo fuera un trovador
que al acercarme a él,
con un poco de amor,
ahogara su mal
para hacerle bien.

Pero yo no sé de melodías,
ni de sé de instrumentos,
ni de leyes ni de pueblos,
tampoco de sentimientos.
Solo sé de mí mismo,
solo sé de lo que siento.

Sé porque aprendo,
aprendo porque veo,
veo porque vivo,
vivo porque siento.
Pero si veo, siento
y tan horrible es el mundo
que me nubla el pensamiento.

Por eso no sé si vivo,
por eso yo siempre pienso
que todo llega al olvido,
si la amistad ha muerto.

(El siguiente poema lo escribí un poco antes de que mi mejor amigo muriese de cáncer , 24 años)

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